
Evolución de un logo
Escogemos como ejemplo el Restaurante Can Sellarés. Situado en una masía centenaria, aunque restaurada y reformada en el siglo XIX, merecía la pena mantenerla como eje de su identidad corporativa. El logotipo original era de hace unas decenas de años, hecho a mano. Con el paso de los años el logotipo ha ido perdiendo su definición por ser el resultado de una copia de copia de otra copia.
Restauración o renovación
El cliente no posee el diseño original y lo único que tiene son tarjetas resultado de anteriores escaneados y antiguos fotolitos que ya, tampoco existen. Es necesaria una restauración y, ya puestos a trabajarlo, se renueva y moderniza.
Utilizamos la imagen original que tenemos, escaneada de una tarjeta añeja, para rehacer desde cero, mediante un programa de diseño vectorial, cada línea, cada sombra, los detalles y secciones de la imagen, tomando también como referencias válidas imágenes fotográficas actuales para recolocar árboles y ventanas.
Llenamos de color cada espacio. Variamos tonos de pintura y pequeñas sombras. Como estamos trabajando con capas, siempre podremos alterar cada área, por ejemplo, en caso de que pintasen la fachada con otros colores, sin necesidad de volver a rehacer el resto.
Añadimos el nombre y categoría del negocio con los colores sugeridos por el cliente. El color azul corresponde a la pintura usada en el interior de los salones.
Un año después, se hizo una renovación de todos los elementos pero ya habíamos hecho el nuevo logo y sólo hubo que retocar un par de detalles.
Hicimos una versión diferente que se usa para las nuevas tarjetas, cartas, carteles y rótulos.
Ya está listo el nuevo logotipo para Can Sellarés. Ahora queda guardarlo a buen recaudo en un dvd y distintos formatos para que el propietario lo pueda utilizar en lo que necesite. Siendo vector, puede ampliarse sin pérdida de calidad. Si necesita volver a renovarlo, podrá hacerlo desde el archivo original.