Los descartes no son deshechos, sino pruebas que no son válidas, que no llegan al final porque son eso, pruebas. Lo malo de una prueba es que no sabes que lo es hasta que la terminas. Cuando te piden un trabajo de diseño, la labor creativa ocupa una buena parte del tiempo de nuestro encargo, una enorme parte, mejor dicho. Hay un momento en el que, el profesional, sabe que una prueba ha dejado de serlo para pasar a formar parte de un «final». A partir de ahí, comienzas a llamarlos «xxxxx_final1», «final2», …3, y acabas con un «xxxxx_ok» con aquellos finales que consideras como definitivos. Acabas juntándote, como en el caso de los perfumes para el Real Madrid, con más de 250 archivos, de los que 200 son pruebas, 25 son elementos y los otros son dossiers de estilo de la empresa, manuales, guías, elementos, escudos, vectores, tipografías, … Lo normal en cualquier ordenador de quien se dedica a estas labores.
Aquí dejamos unas pequeñas muestras de algunos de los descartes que, bien porque vinculaban a alguna otra marca o bien por cuestiones de identidad corporativa (el escudo en color sólo puede ir sobre blanco), distancia de letras corporativas, tamaños, espaciados, … fueron descartadas. Es sólo a título de curiosidad, para quienes están interesados en saber cómo es el proceso desde la idea hasta la fabricación. Por lo menos, esos bocetos, verán la luz para tí.
El resultado final, el que está plasmado en las tiendas donde se vende, lo tienes aquí.