7DV es la agencia de diseño creativo para empresas originales.
Aquí tienes un tocho sobre nosotros. Quizás te apetezca leerlo o quizás no. Te lo puedes saltar e ir abajo del todo, donde están los botones de contacto.
Sobre esta web, lo que hacemos y lo que no.
Hemos querido crear un lugar donde te sientas cómodo, alejado de las típicas páginas encorsetadas con el habitual y clásico look de seriedad. La profesionalidad y creatividad son conceptos serios pero no por ello han de ser sosos. Si lo que ves te resulta interesante, comprensible, cercano y, además te gusta, siempre será mejor por tanto, seamos claros e incluso transparentes.
Somos Agencia de imagen y publicidad. Lo nuestro es diseñar. Nuestro fuerte es el diseño gráfico (logotipos, imagen de empresa, papelería, catálogos, anuncios) y el diseño web (páginas presenciales, tiendas on-line, catálogos, …). Aunque nos defendemos en muchas otras áreas y nuestros clientes nos piden casi de todo (rótulos de locales, ropa de trabajo, rotulación de vehículos, artículos de regalo…).
No nos metemos en berenjenales ni en asuntos que no nos van, aunque sí le buscamos solución al cliente.
Hay cosas que sí y otras que no, pero eso lo puedes ver en la web o ya lo hablaremos.
Nuestro trabajo es on-line, aunque también vemos a nuestros clientes, cuando queremos, cuando es necesario o dependiendo de lo que paguen. Teniendo experiencia, clientes, dosis de ingenio y creatividad, y un portátil a mano… no necesitamos despachos o mejor dicho, nuestras oficinas están donde tú estés porque tú también tendrás ordenador, fibra y café.
Muchos te dirán lo que pueden hacerte, otros, las grandes agencias, te mostrarán los sonoros nombres de sus clientes, nosotros te enseñamos algo de lo realizado. En realidad, esto es sólo una pequeña parte de lo que ya hemos hecho y otra de lo que vamos haciendo. Aunque no lo creas, no tenemos tiempo de mostrarlo todo y tampoco queremos ni debemos hacerlo.
Xperiencia, sobre mí, el lado oscuro y otras historias típicas de empresas, quizás como la tuya.
Este es otro de esos puntos que se le pueden pedir a un diseñador o una agencia de diseño, aunque sólo vale para ciertas cosas. Si eres bueno, da igual lo que hayas hecho antes (si no lo eres, también).
La experiencia te permitirá otro trato con el proveedor, con el cliente o agilidad para resolver trabajos, el conocimiento para saber con más base lo que puede resultarle mejor para cada producto, para cada cliente y gestionar esas ideas que eran brillantes pero fueron un desastre o las que parecían más simples y tuvieron éxito.
Mi nombre es Antonio Villanueva, Toni para otros. No me importa cómo me llames mientras me llames para que ganemos dinero juntos o para tomar una cerveza y explicarme algo interesante.
Soy quien se metió en este mundillo hace más de 30 años, cuando los logos, slogans y pequeños textos se hacían con algo llamado «letraset», lápices, rotrings, reglas y papel, mucho papel, cuando cualquier logo era «hecho a mano», tan artesano como una barra de pan de las de antes.
Siempre me gustó el dibujo. Sobre los 9 años, hice el Cristo de Dalí con lápiz blanco sobre cartulina negra. Me quedó tan bien que se lo vendí a mi profesora de dibujo por 500 pesetas (mucho para entonces y más para un niño). O era bueno dibujando o lo era vendiendo, algo es algo.
Yo tenía claro que quería ser forense, para trabajar y aún no sé por qué, sería algún tipo de morbo mental de aquel entonces. Pero como hobby tenía claro que me gustaba dibujar.
Esos fueron mis comienzos y acabé en la Universidad de Bellas Artes. Cuando entre los estudios, hice oposiciones y el trabajo de funcionario me lo permitía (1980… y pico), diseñaba logotipos y folletos publicitarios y, también, anuncios y asuntos de imagen de las empresas de los padres de amigos y clientes de amigos. Es decir, no cobraba un duro, eran más amigos que otra cosa, eran… contactos.
Todos tenemos una parte oscura en nuestro pasado. Siendo funcionario, de Hacienda, has leído bien, después de varios años de hacer caricaturas y chistes sobre los inspectores y otros jefes (también tienen sentido del humor), hubo uno que me propuso crear un libro infantil para Cuba, para las escuelas, creo que era. Yo hacía los dibujos y él me los pagaba. Ese fue mi primer contrato formal y firmado por un trabajo, con sus cláusulas de confidencialidad y todo. Seguramente él ganaría un dineral, me daba igual, yo estaba satisfecho con haberlo hecho.
Después llegaron los ordenadores y empecé a hacer plantillas para Hacienda, impresos más chulos que los oficiales que salían de imprenta.
Me llamaron tanto la atención los ordenadores, que fue entonces cuando entré en el mundo de la publicidad impresa, creando uno de los primeros periódicos mensuales gratuitos, en Castelldefels, junto a otros compañeros ilusionados por el proyecto.
Para entonces ya había dejado Hacienda porque me aburría soberanamente y quería hacer cosas nuevas, no ser funcionario. Te mentiría si te dijera que no me he arrepentido más de una vez, pero también que después de todo, hice lo que quería y lo volvería a hacer.
Ahí estaba yo, otro amigo haciendo fotos, otros editando, otros con entrevistas, … un trabajo divertido, siempre en contacto con empresas y gremios de todo tipo, escuchando y anotando para luego publicar. Se anunciaban muchos del mundo de la hostelería, bares, restaurantes, clubs con señoritas, pubs, discotecas… Eso, lo de los clientes de hostelería digo, nos llevó a cobrar más en cervezas y comidas porque a los clientes les iba mejor, una ruina. Demasiado joven e inexperto aún. Lo guardaremos como experiencia, aprendizaje o algo así.
Más tarde, en el 97, teníamos nuestra Agencia de imagen y publicidad. El periódico creció, convirtiéndose en revista, ampliando acuerdos y realizando trabajos para otras agencias y para revistas nacionales, … (va en serio). Subcontrataban nuestro diseño para publicarlo en sus revistas. Seríamos más económicos que sus propios diseñadores, quizás. Ahora sí, ya empezábamos a cobrar con dinero de verdad.
Un despacho, otro, creciendo despacito, sin prisas ni pausas, un año, otro, … Oficina en Castelldefels, en Viladecans, en Gavà, con clientes de Barcelona, Bilbao, Alicante, Madrid, de nuestros alrededores. Estábamos en esas, más que satisfechos, cuando apareció el mazazo de la crisis, por aquel 2008. Fue, entonces cuando nuestros clientes empezaron a caer, uno tras otro, dejándonos sus deudas y estas ya no eran cervezas.
Siempre hemos trabajado con un número reducido de ellos, para poder dar un excelente servicio, absolutamente personalizado, y cumplir con lo que nos comprometemos. Ahí me he puesto serio, es parte clave de un negocio, lo del servicio y lo de cumplir, claro.
Eso hizo que, cuando unos cuantos de esos pocos clientes cerraron, decidimos que había llegado el momento de desprendernos de lo más visible y superfluo, diciendo adiós a los despachos a pie de calle y convirtiéndonos en Agencia On-line. Lo decidimos así porque no quedaba otra, la verdad. Fue como un jarro de agua fría, como volver a empezar, un bajonazo.
Ese bajonazo duró poco, hasta que nos recuperamos y descubrimos que estábamos ahorrando un dineral. Desde entonces, vuelta a crecer en clientes, en trabajos y en experiencias y, 12, 13 o 15 años después, nos encontramos hoy, aquí.
Por esto no ves un mapa de situación, tampoco unas fotos de maravillosos despachos. El futuro está en la nube, decían. Nosotros estamos en ella desde hace muchos años y no queremos volver atrás.
Eso ha hecho que la pasada pandemia nos fortalecido. Nota: eso lo digo ahora, aunque los teníamos por corbata viéndolas venir.
La pandemia hizo que quienes no conocían lo que era trabajar en la nube, lo tomaran como algo más normal y casi habitual. Ya no éramos tan raros por no tener un despacho precioso donde quedar con un cliente y, además, sabíamos cómo manejarlo y explicárselo.
Nos gusta contar historias, lo habrás notado.
Seguimos trabajando con los mismos clientes de hace años y con los nuevos que se incorporan. A algunos, sólo les conocemos por su voz o por videoconferencia, procuramos que siempre haya una conexión directa y la distancia nunca ha sido un problema.
Ya nos conoces algo más. Historias de una empresa, como tantas otras, con todo lo bonito y lo que no lo es tanto, con el esfuerzo, las meteduras de pata, las alegrías y la experiencia de los años, la buena y la mala.
Y, aquí estamos, enseñando nuestros trabajos. Son los nuestros, con estilo propio, reconocible en muchos casos, particular y original hasta donde nos da la imaginación y/o hasta donde nos permiten nuestros clientes.
Breves anotaciones a cumplir antes de contactar
Si después de echar un vistazo a todo lo que hay en esta web, crees que podemos servir para lo que necesitas, ya es un paso. Si, tras contarnos lo que estás buscando, vemos que nos va a gustar el trabajo, ya es otro paso más, pero antes de llegar a eso…
Importante para nosotros es que cumplas, estés o quieras estar, en las dos ultimas palabras de la primera frase de todo este escrito.
La primera clave está en tomar la decisión de hacerlo. Si has leído hasta aquí, es posible que estés decidido.
La segunda, ser muy claros, tanto tú como nosotros. Si después aceptas el presupuesto, será porque todo cuadra y saldremos ganando ambos.
Podemos hacer un trabajo único, fantástico, espectacular o normalito. Eso va a depender de lo involucrado que TÚ estés y quieras estar en el proyecto, de la ilusión que tengas y de la información que nos des.
Como verás, no he escrito que podemos hacerte un trabajo malo. Eso tiene dos motivos. El primero es que somos profesionales y nos gusta hacerlo genial para que luego nos consigas más clientes. El segundo es porque si ya vemos venir que hay desinterés, que no tienes tiempo, que no te ilusiona o que alguien te dijo echando unas cañas, que sin web no existes, simplemente, no lo vamos a hacer.
De páginas web que no funcionan, empresas iguales unas a otras y de quienes hacen un mal trabajo, está el mundo lleno.
Si lo tienes tan claro como yo, adelante.
Contacta con 7DV, conmigo, hazlo como mejor te venga en gana, no hay problema.
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